La auditoría energética consiste en la realización de un estudio completo de un edificio y de sus instalaciones para poder obtener información objetiva sobre la energía consumida por el mismo, de manera que contempla la valoración tanto de aspectos técnicos como económicos que influyen en el consumo energético de todas las instalaciones y de cualquier otro equipo consumidor de energía, siendo su objetivo principal poder comprender como el mismo gestiona dicho consumo, detectar los puntos débiles donde se pierde o se emplea de forma inadecuada y proponer medidas de mejora que reduzcan el consumo y mejoren la eficiencia energética.
Normalmente la auditoria requiere de varias fases en su desarrollo que se centran en obtener información real sobre el edificio y su consumo energético para de ese modo poder compararla con la información teórica obtenida mediante una simulación y poder detectar en qué zonas no se gestiona adecuadamente la energía, de manera que en este artículo explicaremos de forma clara y sencilla cuáles son sus fases, que se detallan a continuación:
1.- Recopilación de información sobre el edificio y planificación de la auditoria:
Dentro de este apartado se obtendrá la mayor información sobre el mismo, su envolvente e instalaciones así como del comportamiento de los usuarios resumiéndose en:
Información previa:
Documentación gráfica y escrita sobre los sistemas constructivos así como de las instalaciones del edificio (memorias, planos, mediciones y presupuestos de los proyectos de obra y de instalaciones).
Facturas de los consumos energéticos.
Horarios de uso y ocupación.
Datos climatológicos de la zona donde se ubica.
Relación de máquinas y equipos que consumen energía.
Año de construcción y relación de posibles intervenciones o reformas realizadas que afecten a la envolvente o a las instalaciones.
Otros aspectos que el técnico considere de interés.
Trabajo de despacho:
Planificación de las fases de trabajo de nuestra auditoría.
Simulación para estimar el comportamiento energético del edificio y calcular un balance inicial teórico de cargas y demandas.
2.- Visita al inmueble: Estado actual, pruebas y comprobaciones.
VERIFICACIÓN DEL ESTADO ACTUAL:
En una adecuada auditoria energética se deberá de verificar el estado en que se encuentra el edificio e instalaciones en relación a la documentación técnica previamente analizada, para lo cual será conveniente poder reflejarla en unas fichas de comprobación previamente elaboradas donde se refleje toda esa información.
OBSERVACIÓN DE LOS HÁBITOS DE LOS USUARIOS:
Se deberá comprobar cuáles son los hábitos de los empleados y usuarios en relación a las instalaciones energéticas, y se deberá de reflejar como en el caso anterior en una ficha, además es recomendable pasar un cuestionario sobre hábitos y mantenimiento que clarifique de manera objetiva como se gestionan los equipos e instalaciones.
TOMA DE MEDICIONES Y REGISTROS:
Planificación de las mediciones a realizar, de manera que se organicen cuáles son los parámetros a evaluar, con qué equipos de medición se realizarán, y donde se localiza dicha actuación dentro del edificio.
Mediciones y equipos a emplear, de manera que se como norma general se realizarán las que a continuación se describen:
EN LA ENVOLVENTE DEL EDIFICIO:
En la siguiente tabla se reflejan las actuaciones a realizar y los parámetros que deben de verificarse en los elementos constructivos de la envolvente térmica:
EN LAS INSTALACIONES O SUMINISTRO ELÉCTRICO DEL EDIFICIO:
Se medirán los parámetros como la tensión, la potencia, la energía activa y reactiva, los factores de potencia, etc.. para lo que se emplearan ANALIZADORES DE REDES ELÉCTRICA.
EN LOS EQUIPOS DE ILUMINACIÓN DEL EDIFICIO:
Se medirán los niveles de iluminación de las estancias ocupables del edifico y sus zonas, para lo cual se requiere el empleo de LUXÓMETROS, estos equipos se componen de una célula fotosensible y de un analizador.
EN OTRAS INSTALACIONES DEL EDIFICIO:
Para poder evaluar el funcionamiento así como el rendimientos de equipos como calentadores o calderas, se realiza el análisis de los gases de combustión y de ese modo saber a ciencia cierta sobre la forma en que tales equipos consumen el combustible y para esto se suelen medir de aspectos como la concentración de nitrógeno, de oxígeno, de monóxido de carbono y otros compuestos como el azufre, etc...
También se requiere obtener información sobre otros parámetros que nos informan del rendimiento real de la instalación, por ejemplo medir en el caso de las instalación de agua caliente sanitaria y calefacción, medir cual es el caudal que circula por una tubería con CAUDALÍMETROS o bien la presión del agua en las tuberías con CAUDALÍMETROS, en este aspecto cuanto mayor sea el número de pruebas y el rango de nuestras mediciones podremos obtener conclusiones lo más fiable posibles sobre el rendimiento de las mismas y ver donde existen problemas o cualquier anomalía o patología.
En este vídeo se detalla cómo funcionan algunos de estos equipos en una auditoría
3.- Estudio y análisis del comportamiento energético:
Se deberá de analizar la información aportada en los dos puntos anteriores, que nos van a permitir obtener las conclusiones más relevantes en relación a:
Distribución de consumos eléctricos según periodos tarifarios, realizaremos un resumen que clarifique estos consumos por área o zona, durante los períodos valle, llano y punta.
Obtención de las gráficas que muestren el consumo eléctrico y del resto de servicios energéticos, estimado de forma anual, diario y horario, así como intentar averiguar si algunos equipos están funcionando fuera de los horarios de trabajo.
Estudiar la facturación energética para poder valorar si la tarifa contratada es la más adecuada al edificio o inmueble considerado en función de cómo se gestiona el consumo energético en el mismo, buscando la que mejor se acople a sus necesidades.
La comparación de resultados obtenidos en la simulación realizada para cada uno de los servicios energéticos de calefacción, refrigeración, agua caliente sanitaria e iluminación con los datos reales que nos han aportado la facturación y las mediciones in situ nos van a permitir identificar zonas o partes del edificio y de sus instalaciones donde existen problemas, bien sea por que la instalación o cualquiera de sus componentes tienen algún problema, avería o falta de mantenimiento, o bien por que la envolvente presenta excesivas pérdidas, aspecto este que debe ser analizado también en función de los resultados obtenidos en las termografías realizadas.
4.- Propuestas de mejora:
Se deben proponer todas aquellas mejoras técnicas necesarias en el edificio, las instalaciones u otro factores que consideremos adecuadas para reducir el consumo de energía y combustible, y permitir que sus elementos de envolvente e instalaciones puedan funcionar adecuadamente con un rendimiento óptimo, por tanto también será conveniente agruparlas en varios bloques o grupos, sistemas constructivos de envolvente, instalación de climatización, de renovación de aire, recuperación de energía, etc… siempre buscando un consumo energético adecuado u optimizado al tipo de edificio estudiado.
5.- Estudio de viabilidad económica:
Se debe de realizar un análisis económico de las medidas de mejora incluidas en la auditoría para valorar el periodo de amortización a partir de la estimación del coste de la inversión, así como del ahorro de energía conseguido, precio de la energía y combustibles, etc… de manera que se estimarán los períodos de retorno de cada una de dichas propuestas.
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