Atrás quedaron los días en que ser cool y ser inteligente no mezclaban: ser inteligente es genial (y una elección muy sabia que muchos podrían haber apreciado en sus días en la primaria).
Hoy día, hay una disposición a añadir la palabra “inteligente” luego de objetos comunes que automáticamente les hace parecer, bueno… inteligentes. Desde los teléfonos inteligentes, hasta los carros inteligentes y por supuesto, edificios y ciudades inteligentes. La inteligencia en todas sus formas se ha adueñado de una de las industrias más antiguas del mundo y, sin embargo, aún falta mucho por entender de estas últimas dos.
Continúa leyendo para que te adentres en como las tecnologías inteligentes están transformando la industria de la construcción y como estas desarrollan los edificios inteligentes necesarios para las ciudades inteligentes.
¿Qué es un edificio inteligente?
Un edificio inteligente es una estructura equipada con materiales y tecnologías innovadoras que permita que todos sus sistemas estén automatizados y autorregulados. Usando tecnologías como el IoT (Internet of Things, o el internet de las cosas), un edificio inteligente busca mejorar la usabilidad de la estructura, optimizar su eficiencia y aumentar su seguridad y accesibilidad. Todo esto mientras también convierten al edificio en uno más sostenible y consciente con el medio ambiente.
Por ejemplo, un edificio inteligente controla la temperatura y la iluminación mediante la incorporación de sensores que permite optimizar el consumo de energía de la estructura. Esto puede ser muy útil en edificios con ocupación reducida o fuera de las horas laborables (y ni hablar de su beneficio en edificios vacíos durante los periodos de cuarentena en medio de una pandemia).
La información o data recolectada por los sensores es interpretada por un software, siendo capaz de atravesar por un proceso de mantenimiento predictivo de acuerdo con la ocupación del edificio y los cambios de temporada, así como demostrar reducciones significativas en las facturas mensuales relacionadas al consumo de energía del edificio.
Características
Sistemas Conectados:
Muchos edificios ya cuentan con tecnología inteligente en sus facilidades para controlas áreas específicas de la estructura. Esto no significa que ya pueden ser reconocidos como edificios inteligentes. El próximo paso para alcanzar esta distinción es asegurarse que todos los sistemas estan integrados y que el software que procesa la data está bien implementando para así maximizar la eficiencia del edificio.
Aunque un sistema centralizado no es necesario para garantizar la funcionalidad de todos los sistemas de manera independiente, tenerlo facilita a los dueños de los edificios y sus gerentes una interfaz única y tablero para monitorear, controlar e identificar ineficiencias entre todos los sistemas integrados a la plataforma.
Sensores por todas partes:
Los sensores son un elemento muy importante cuando se trata de hacer un edificio inteligente. Estos permiten a los sistemas integrados recoger la cantidad de información necesaria para maximizar la eficiencia del edificio. Sus encargados podrán tomar decisiones más informadas y asignar correctamente los recursos.
Automatización
Ninguna parte de la data recolecta se pierde. Un edificio inteligente está constantemente recogiendo información que tiene que ser analizada por los sistemas en tiempo real. Este monitoreo constante permita que se hagan ajustes automáticos que pueden controlar y mejorar las condiciones a través de todo el edificio.
El propósito de un edificio inteligente
No es sorpresa que estos avances se están haciendo más común en la industria de la construcción. Para reducir el impacto medioambiental que el consume de energía de los edificios genera, muchas ciudades en Estados Unidos, por ejemplo, ya les solicitan a los dueños de edificios comerciales que divulguen el rendimiento sostenible de las propiedades a sus partes interesadas. Incluyendo sistemas modernos de control y técnicas de automatización, los edificios inteligentes pueden:
producir ahorros de energía
promover la sostenibilidad y proteger el medio ambiente.
mejorar la salud y seguridad de sus ocupantes.
mejorar la calidad de vida de quienes coexisten con el edificio.
La tecnología detrás de un edificio inteligente
Cuando lees sobre cómo funcionan los edificios inteligentes, casi siempre un acrónimo llama la atención: IoT. Pero ¿qué es y por qué toma tanta relevancia cuando se habla de edificios inteligentes?
El Internet de las Cosas (comúnmente referido como IoT, sus siglas en inglés) es un conglomerado de dispositivos inteligentes habilitados para la web que utilizan sistemas integrados, como procesadores, sensores y hardware de comunicación, para recopilar, enviar y actuar sobre los datos que adquieren de sus entornos. La intervención humana no es 100% necesaria, aunque las personas son libres de interactuar con el software para configurarlos y acceder a sus datos. El IoT, combinado con la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático, puede ayudar a que la recopilación de datos sea aún más eficiente y fácil.
Edificios inteligentes y el Internet de las Cosas (IoT)
En un artículo de Alexander Gillis en a TechTarget, él comparte que IoT es más abundante en las organizaciones manufactureras, de transporte y de servicios públicos; sin embargo, también ha encontrado casos de uso para organizaciones dentro de las industrias de la agricultura, infraestructura y la domótica. Esto ha llevado a algunas organizaciones hacia la transformación digital. Aunque es reconocida como una nueva tecnología, la incorporación de tecnologías IoT no es exclusiva de los nuevos edificios por sí solo. Mediante la adición de un conjunto diverso de activadores inteligentes, como sensores para regular las luces y la temperatura, a los sistemas de seguridad, dispositivos de telecomunicaciones y software de IT, un edificio crea su propio ecosistema tecnológico.
Beneficios
Además de hacer que los edificios sean más eficientes en términos de energía y autorregulación, estos cinco beneficios también deben tenerse en cuenta al diseñar el escenario para un edificio inteligente:
Reducción del consumo de energía y potenciador de la eficiencia: Con la integración de sensores inteligentes en múltiples ubicaciones de un edificio, el consumo de energía de las luces y los sistemas de control de temperatura puede ver una disminución significativa, ya que solo funcionarán cuando sea necesario. Esto maximiza la eficiencia de los recursos del edificio, elimina la lucha por el termostato en las oficinas (muy apreciado, ¿verdad?) y reduce tanto las facturas eléctricas como las emisiones de carbono del edificio.
Acceso a mejores conocimientos y visualización con big data: Estos edificios recopilan grandes cantidades de datos de todo el edificio en todo momento. Con esta información, las tecnologías inteligentes identifican tendencias y descubren oportunidades de optimización de edificios, lo que permite a los responsables tomar decisiones informadas basadas en datos con respecto a la estructura.
Mantenimiento predictivo: Los sistemas de un edificio pueden tener fallas invisibles de vez en cuando que pueden pasar desapercibidas y causar un defecto importante en el futuro. Las tecnologías inteligentes en un edificio permiten la detección de estos errores, detallan por qué se produjeron y ayudan a priorizar los problemas que se deben solucionar primero. Similar a prevenir un fuego en lugar de correr a apagarlo.
Mejor uso del espacio: Los edificios inteligentes están diseñados para hacer que la experiencia de sus habitantes sea más agradable y fluida. Especialmente después del 2020, estos espacios también consideran cómo pueden elevar los estándares y cumplir con las regulaciones de salud y seguridad, todo mientas mantienen su rentabilidad.
Mejor valor del edificio: Un edificio inteligente aumenta su valor de mercado una vez implementa todas las tecnologías inteligentes adecuadas. Un estudio de Fortune Business Insight pronostica que para 2026, los réditos de la construcción inteligente en Norteamérica solamente acumularán $34.2 billones (USD), con los ingresos globales alcanzando los $127.09 billones de dólares (USD) para 2027, un CAGR notable del 12,5% durante el período previsto de 2020 a 2027.
Desventajas
Sin embargo, esto no ocurre sin un desafío. Comprender las tecnologías de IoT y sus integraciones puede ser una tarea difícil para aquellos que no están completamente inmersos en ella. Por lo tanto, al decidir ser inteligentes, el primer paso en la lista de tareas es conocer bien y entender las diferentes tecnologías y cómo los diversos sistemas se integran entre sí.
Del mismo modo, cuantas más tecnologías IoT se implementen y se implementa más conectividad a la nube, un edificio inteligente puede levantar preocupaciones en términos de ciberseguridad. Una brecha de seguridad inesperada puede afectar a más de una funcionalidad del edificio, arriesgando que esté inoperable en los casos más extremos. No obstante, afortunadamente, además de que la IoT está floreciendo en múltiples industrias, la ciberseguridad también se ha convertido en una de las principales prioridades para muchas empresas, lo que facilita la protección de los datos y evita grandes brotes de seguridad.
Edificios inteligentes en el mundo
1- Allianz Arena en Múnich, Alemania
La sede del club de fútbol FC Bayern Múnich utiliza una serie de sensores y análisis basados en la nube para realizar seguimiento de la salud del césped en el campo y hacer recomendaciones. Desde el control del sistema de riego hasta la incorporación de cámaras acústicas combinadas con mapeo de sonido para estudiar cómo los fans responden a los momentos clave de los juegos, el Allianz Arena es un edificio inteligente ejemplar en Alemania.
2- Apple Park en Cupertino, California
El edificio circular de Apple Park no es un favorito entre los arquitectos, pero el edificio es una de las estructuras más eficientes energéticamente a nivel internacional. Está alimentado enteramente por energía renovable a través de paneles solares instalados en el techo de la estructura que generan 17 megavatios de energía, uno de los mayores totales de cualquier techo solar.
3- The Crystal en London, Reino Unido
The Crystal cuenta con un sofisticado sistema de gestión de edificios que vigila cada kilovatio de electricidad consumida. Los paneles solares del techo generan alrededor del 20 por ciento de su energía y sus sistemas monitorean el consumo de energía rigurosamente. Como resultado, The Crystal genera un 70% menos de emisiones de carbono que otros edificios de oficinas en el Reino Unido.
4- Burj Khalifa en Dubái
El Burj Khalifa no sólo es el edificio más alto del mundo, sino que también está en la cima de la innovación, recibiendo la distinción de ser uno de los edificios más inteligentes y sostenibles. Está equipado con varios esquemas de construcción inteligentes que mejoran la calidad del aire, la iluminación y la temperatura para sus residentes. El sistema de automatización del edificio captura datos en tiempo real a través de algoritmos que identifican errores y problemas de mantenimiento. Esto ayuda a los gerentes de instalaciones a mejorar el mantenimiento del edificio y la confiabilidad de los activos
A medida que los avances en las nuevas tecnologías en la industria de la construcción siguen floreciendo, también crecerán las expectativas de las partes interesadas relacionadas con los edificios y las ciudades inteligentes. CEMEX Ventures trabaja para facilitar estas tecnologías que se adaptan a las próximas necesidades colaborando junto a startups innovadoras que tienen soluciones adecuadas para las ciudades del futuro.
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